Inicialmente veníamos como 20 Santiago Runners a correr Berlin, sin embargo
terminamos siendo 9. El grueso del grupo SR -si se puede considerar grueso a 3 flacos y 2
flacas- nos hospedamos en el mismo hotel que eligió el club el 2008, en
Checkpoint Charlie a una cuadra de lo que era el muro, del lado de la DDR. Uno
camina y no se puede evitar pensar en la opresión comunista y la Stasi
siguiendo todos los movimientos. Pero Berlin es una ciudad nueva y mutagénica,
siempre con algo nuevo, en constante cambio. Hasta cosmopolita, me atreveria a
decir.
Para ningun runner es un misterio que los últimos tres record
del mundo (Tergat y Gebresselasie en dos ocasiones) fueron corridos aqui, la
maratón es realmente plana, ¡con un denivel promedio de apenas10 metros! Este
año se veía venir un nuevo record, en especial tras el no oficial conseguido
por Geoffrey Mutai en Boston (2:03:02). Se presentaba Gebresselasie (ETH), y el campeón 2010
Patrick Makau (KEN) con todas las ganas de devolver el honor robado por
"Neftenga" al héroe keniata Paul Tergat. Que en cosa de carreras la
rivalidad de keniatas y etiopes es solo comparable a la de argentinos y
brasileños en el fútbol. Por el lado de las damas la cosa no era menor, la vigente
recordwoman Paula Radcliffe (GBR) le hacia frente por primera vez en este suelo
a la campeona local 2008, Irina Mikitenko(GER) con una no menos peligrosa
Florence Kiplagat (KEN).
Las tardes habian estado agradablemente templadas, pero para un
runner esto más que un regalo es un peligro. El que se hizo realidad el dia de
la maratón. Dicha mañana partimos Seba, Mauricio, Pancho y quien escribe al
trote desde el hotel (Paulina y Birgit prefirienon caminar), con 12ºC. Una vez
encajonados en el área de 3:00 horas dieron la tradicional partida al ritmo de
Alan Parsons Project con cientos de globos rojos por los cielos. Esta vez
divideron la salida en tres waves con intervalo de 10 minutos para cada grupo,
como se hace en Boston y se esta implementando en NYC. Es la única manera que
el circuito aguante a los 40.000 runners minimizando el tráfico.
Seba y Mauricio partieron adelante, Panchito y yo mas atrás, el
resto esperó la segunda largada. La idea de todos era mejorar, por algo
elegimos el circuito considerado más veloz. Yo me retrasé ya que mi estrategia
esta vez era correr guiado por mi pulso, estrategia que respeté hasta el 25K,
donde pille a Pancho, "¿cómo vai Adrián?", "Bien, ¿y tu, compadre?", no le escuché bien pero seguro que dando la pelea, cuando a
unos 50 metros diviso a Mauricio. Cuando lo alcanzo me pregunta a qué ritmo
iba, "4:30", le respondí y nos fuimos juntos como por dos kilometros.
Llegado al 32K y con el calor empezando a ser factor me dije:
"te quedan 10K, vamos guerrero, gladiador, piensa en Sergio Naranjo... a
sufrir con hidalguía" y cuanta cosa para motivar esas piernas que
comenzaban a sentir un desagradable "sopor láctico".
Ya en el 35K la cosa pintaba no muy auspiciosa, el pulso alto y
el sopor dio paso a "ronquidos lácticos". "Hagas lo que hagas no
pares, calambre de cuadricep seguro", me decía. En el km 38 enfilando
hacia Postdammer Platz pillo a Seba, quien iba a paso lento para su usual
nivel, me dio palabras de aliento que no pude responder ni articular y paceó
por unos 200 metros. Me vino un segundo aire que duro hasta el km 40, esos
ultimos 2,2 km por Unter den Linden fueron de terror, un gallo se fue como un
saco de papas al suelo delante mio, con un grito más de sufrimiento que de
dolor (ustedes me entienden), y esa Brandenburger Tör que no llegaba nunca. Una
vez que la cruzo, con 400 metros por delante hago el último esfuerzo para bajar
mi marca personal. Cruzo la meta, tentado al vómito, lo logro contener y me
arrojo en una acera junto a un itatiano. Sensación de alivio, mas que de felicidad, y luego pienso unos segundos en el Gurú. Pienso que completé su última carrera,
que por mi crono habríamos estado corriendo juntos tal como Marcos Nicolaides
el 2008, y doy las gracias a Dios por la experiencia de estar vivo aqui y
ahora.
Una chica nos obliga a movernos, retiro mi medalla y parto a las
carpas-ducha que habían, ¡sí, hay duchas! Pucha me sentí como Alexis Sanchez en
el camarín del Barcelona, puros tipos top, probablemente sub 3:00, y yo el más
chico. Retiro mi cerveza, refrescado me dirijo a las graderías para alentar a
las chicas, solo alcancé a ver a Ramón Eluchans "¡Vamos Ramón!" le
grité. Bajo ese sol y deshidratado como estaba me fui al punto de reunión en el
arbolado Tiergarten, alli nos saludamos los SRC llegó la Paulina y esperamos preocupados
a la Birgit quien sabíamos estaba lesionada. Pero llegamos todos bien, dimos
rienda suelta a la alegría y terminamos tomando cerveza con unos Dönner Kebbab
en unos puestos con la escultura de la Cuadriga sobre la Puerta de Brandemburgo
a nuestras espaldas, mientras veíamos a los últimos esforzados runners pasar
por esos terribles 2,2 km que hubimos de correr.
Finalmente en el duelo más esperado, el lauro se lo llevó Patrick
Makau con récord mundial 2:03:38, el gran Haile Gebresselasie se retiró en el km 35 aquejado de dolor en los pulmones, por el esfuerzo de no perderle pisada a
Makau. En las damas Kenia mandó nuevamente con Florence Kiplagat y sus 2:19:44, Mikitenko
atrás 2:22:18 y Radcliffe con 2:23:46
Al igual que muchos de los SRC, tuvimos la suerte de ser
testigos directos de otro capítulo en los records mundiales de maratón, parece
que el reinado del gran Gebresselasie cumplió su ciclo, acá se comenta que ha
nacido un nuevo orden en maratón y que el joven Makau, de apena 26 años, es su
rey. El tiempo dirá, pero el mismo Makau -con genuina humildad- ha dicho que
cometió varios errores y que puede bajar de 2:02, estaremos expectantes.
Adrián Rodríguez
Adrián Rodríguez
Este relato fue realizado en septiembre de 2011, justo después de la BMW Berlin Marathon
ResponderEliminar