He pasado una semana descansando en tierras dominicanas disfrutando de unas merecidas vacaciones en un All Inclusive, y como me había figurado no me medí al comer los primeros días. Pero me figuré que la existir un gimnasio estaría bien equipado. No me equivoqué pero la verdad que la trotadora encerrado y con un aire acondicionado poco ortodoxo me obligaron a parar tras 30' de trote suave (5:40m/km) con una sensación de pecho ardiente que se incrementaba con cada inspiración. Luego de recuperar el aliento y estrujar las empapadas polera y short, me dirigí a mi habitación pero la brisa me refrescó así que troté otros 15' que me repusieron, entonces decidí correr 45' diarios por las tardes.
La ventaja del Resort era su gran extensión, del porte del Parque Araucano, lo que me permitió hacer un circuito de 4 kilómetros con algo de recovecos, pero harto mas agradable.
Es increíble la cantidad de sudor que uno produce bajo estas condiciones, aunque corría a torso desnudo terminaba muy deshidratado al final, lo que remediaba con un gran café en la habitación, un bollo dulce y luego un par de refrescantes cervezas Presidente al cenar.
Con el transcurrir de los días mi cuerpo se fue adaptando, ya no me incomodaba mayormente el trote aeróbico cual fui realizando con más intensidad (5:00-5:10 m/km) y me sentí mucho más relajado, me ayudó a digerir mejor los alimentos.
De vuelta en Chile los días eran cálidos pero con brisa fresca y ni sentía el calor o deshidratación al correr. Me di cuenta de lo importante que es un periodo de adaptación si hay que enfrentar una carrera en condiciones similares. Dicen que el entrenamiento con calor es el "nuevo entrenamiento en altura" de los corredores callejeros amateur que no tenemos la posibilidad de entrenar en altura. Este verano pretendo hacer algunos de mis trotes aeróbicos con calor y veré los resultados.
La ventaja del Resort era su gran extensión, del porte del Parque Araucano, lo que me permitió hacer un circuito de 4 kilómetros con algo de recovecos, pero harto mas agradable.
Es increíble la cantidad de sudor que uno produce bajo estas condiciones, aunque corría a torso desnudo terminaba muy deshidratado al final, lo que remediaba con un gran café en la habitación, un bollo dulce y luego un par de refrescantes cervezas Presidente al cenar.
Con el transcurrir de los días mi cuerpo se fue adaptando, ya no me incomodaba mayormente el trote aeróbico cual fui realizando con más intensidad (5:00-5:10 m/km) y me sentí mucho más relajado, me ayudó a digerir mejor los alimentos.
De vuelta en Chile los días eran cálidos pero con brisa fresca y ni sentía el calor o deshidratación al correr. Me di cuenta de lo importante que es un periodo de adaptación si hay que enfrentar una carrera en condiciones similares. Dicen que el entrenamiento con calor es el "nuevo entrenamiento en altura" de los corredores callejeros amateur que no tenemos la posibilidad de entrenar en altura. Este verano pretendo hacer algunos de mis trotes aeróbicos con calor y veré los resultados.
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