Balance 2012


A solo días de haber corrido mi 6º Medio Maratón Costa Pacífico al hilo, me pongo a hacer el balance del 2012. Costa Pacífico se ha transformado sin proponérmelo en mi “31 de diciembre particular”, pues como runner mi agenda gira en torno a carreras y maratones como objetivos personales y familiares.

Este año fue un año particular, pues el primer semestre la agenda estuvo muy movida. Entrenar para cualquier maratón a realizarse en abril (Boston en mi caso) obliga a entrenar en pleno verano, adaptando los trabajos en vacaciones. En mi caso me pilló en Buzios con una humedad y calor bastante considerables. Cómo iba a sospechar que iba a jugar en mi favor - y el de mi señora- tomando en cuenta que Boston se corrió con la segunda temperatura más alta de su historia (30ºC y sol), por esto las vacaciones resultaron muy afortunadas atléticamente hablando y refrescantes en lo mental-laboral.

El viaje a Boston resultó estupendo, ver a la Paulina feliz y nerviosa, a punto de concretar su 5º y último Marathon Major, junto con participar de un buen grupo de amigos desperdigados en otros hoteles, nos dio la libertad de andar en pareja, junto con la grata compañía de amigos en ciertas ocasiones como la Expo o al salir a cenar. Broche de oro en Brooklyn donde vivimos una experiencia urbana neoyorkina con Tati y Reca. 

De vuelta en Santiago, tuve que apurar el proceso regenerativo con miras a mi maratón número diez en Isla de Pascua la cual corrí en junio. Fue toda una experiencia, conocí a mucha gente valiosa. Disfruté cada momento en este oasis de paz, y volví al “conti” con una perspectiva de vida diferente, más pausado.

El segundo semestre fue de pausa, libertad y reflexión. Me di la licencia de no entrenar con miras a nada. Mi único objetivo fue realizar actividad física por calidad de vida. Si quería trotar, trotaba, si era bicicleta pues hacía bicicleta. Todo aeróbico, salpimentado con algunos 10K y 21K como Puerto Varas o Costa Pacífico. Y justo me pilló en un momento de mucho estrés, pues me cambiaron de pega. A mi el cambio me cuesta mucho: no dormía bien, andaba angustiado, lo pase terrible todo noviembre. Mi señora tuvo que soportar mi mal humor, mal. Sentía una nube negra posada sobre mi y no podía librarme de ella, la desmotivación laboral fue grande.
Por lo mismo, y luego de digerir el cambio, estimo que será para mejor. Tendré que adaptar mi agenda, entrenamientos, objetivos y prioridades. Voy a cumplir cuarenta y esta década será la más relevante para mi futuro. Por lo mismo disfruté cada tiempo libre que tuve antes de Costa Pacífico, y una vez allá corrí con todo lo que tenía, como queriendo dejar atrás esa obscura nube. He ordenado mis prioridades y anotado mis lados flacos. Tengo harta tarea, espero poder realizarlas con éxito.

Bienvenido 2013, aunque técnicamente aún estemos a 4 de diciembre...

Comentarios